La situación sanitaria a nivel mundial continúa en estado crítico y crece la incertidumbre respecto a la realización de los Juegos Olímpicos.
Tokio, sede de la mayor cita deportiva del mundo, no logra brindar las garantías que requiere la Organización Mundial de la Salud.
El comienzo de los Juegos Olímpicos está pautado para el 23 de julio y las certezas son cada vez menos.
En las últimas horas, Yoshihide Suga, Ministro de Japón, extendió el estado de emergencia en las grandes ciudades del país.
Tokio, la capital, no está exceptuada.
“Los números de casos han bajado desde mediados de mes pero la situación sigue siendo impredecible, y los contagios en Tokio y Osaka, son bastante elevados”, dijo Suga.
Los pacientes en estado crítico rondan los 1400 y el proceso de vacunación no es del todo efectivo.
Sólo se han vacunado 11,8 millones de personas, lo que equivale al 6% de la población japonesa.
A falta de poco más de un mes para la ceremonia inaugural, el Comité Olímpico Internacional estimaba que el número de vacunados, a esta altura, sería mayor.
La opinión popular está en contra
Gran parte de los ciudadanos japoneses están desacuerdo con que se lleve a cabo la cita ecuménica.
El 59% de los habitantes está en contra del inminente inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio y manifiestan que deben postergarse o, en su defecto, suspenderse.
Desde la organización de los juegos han señalado que ya están tomadas todas las medidas sanitarias.
El comité organizador confirma que a partir de testeos y distanciamiento social se resguardará la salud de los deportistas en la villa olímpica.
Las entidades sanitarias indican que el desarrollo de los juegos puede ser muy peligroso teniendo en cuenta que pueden surgir nuevas cepas.
Se esperan mas de 15.000 personas de todo el mundo en la villa olímpica entre deportistas, médicos, dirigentes, entre otros.
El tiempo no juega a favor de la organización y cada vez surgen más inconvenientes que deberán ser solucionados y lograr brindar las garantías.