Jueves 21 de noviembre de 2019
Tipo de cambio, compras del Central
Las variables de la economía, y en particular las variables monetarias, son bastante predecibles en el mediano plazo, de hecho si aumentamos la cantidad de fondos que usan las empresas y corporaciones para comprar acciones de corporaciones argentinas que cotizan en el mercado local y en Wall Street para transferir dólares al exterior es inexorable que por vía de esa demanda los títulos que referimos (ADRs) incrementarán su precio en función de la demanda realizada por capitales nacionales.
Esto lo dijimos en nuestras líneas hace un mes cuando este tipo de operaciones empezaba a producirse. En la actualidad, el valor de los ADR se incrementó en su cotización un 15,6 %. Luego, en función de las apreciaciones de psicología social que habitualmente hacen los periódicos especializados, surge el incremento de los bonos argentinos en función de una conversación entre Alberto Fernández y el FMI. Aun así luego hubo un comentario confuso de parte del representante del FMI para los países emergentes, probablemente si el excesivo incremento de los nombrados ADRs implicara una depresión en su cotización esta se le adjudicará a opiniones particulares de los funcionarios.
El incremento del índice Merval del 3,6% se adjudicará alguna otra categoría sociológica o más bien de psicología social. En nuestra opinión, la incapacidad de las operaciones de cambio de resolver las cotizaciones de corto plazo y la presunta determinación de los índices, como el Merval, que implica un precio de equilibrio es eso, presunta. Los precios en la bolsa en el largo plazo tienen una tendencia específica, y los picos y valles que se producen en las series de tiempo no deben ser considerados según lo explicaba Benoit Mandelbrot.
Aclaradas estas categorías a las que nos referimos siempre tratando de dar a nuestras predicciones cierta racionalidad, tenemos que tener en cuenta que, como ya hemos dicho, las variables monetarias no funcionan en amplios rangos de variables como sucede en la Argentina, es decir, aumentando la oferta monetaria lo que va a suceder no es necesariamente un incremento inflacionario y el tipo de cambio, sino que se deben reconocer otras variables y cual es el tamaño de la base monetaria.
En la actualidad el Banco Central está comprando hace aproximadamente do semanas unos U$S 180 M por día en promedio, volcando al mercado local una cantidad equivalente multiplicada por 62-63 pesos, lo que implica el incremento de la oferta monetaria que como se ha visto no produce movimientos del tipo de cambio.
Este proceso que se esta dando en el presente, que hemos anticipado en nuestras líneas como también lo sugerimos cuando se deprimió en su momento el tipo de cambio a costa de una suspensión de divisas estructurada por el Banco Central, la posibilidad que se da en la actualidad de que el Central y el Nación compren divisas implican que no hay disponibilidad de fondos para las transacciones cotidianas y las empresas y corporaciones anticipan la posibilidad de pagar sus aguinaldos a fin de año. También así, como también lo anticipáramos, en la oferta de divisas reprimidas por parte del sector externo se está presentando débilmente para cubrir solamente los gastos de capital de trabajo de las corporaciones. Esta situación genera la posibilidad de que el tipo de cambio se mantenga sin variaciones porque cuando se normalice la obligatoriedad de liquidar divisas por parte de los exportadores este stock garantizará una oferta posible sin dificultades en tanto y en cuanto se contenga la demanda de turismo que todavía no se ha instrumentado.
Por último, no hay que olvidar que el Central toma en el mercado de futuros (Rofex) operándose aproximadamente U$S 400 M para fijar precios futuros de la cosecha en trámite.
Debemos decir también que en los últimos 15 días la base monetaria se incremento el 13%, por efectos de los vencimientos no renovados de Leliqs, pero este efecto es interpretado en el ámbito periodístico como una política de emisión, cuando en realidad le debemos dar la derecha al presidente del Banco Central que toca las variables monetarias entendiendo cómo se hace, y no se hace cargo de la presunta ortodoxia periodística.
C.A.F.