Existe una afirmación realizada por SlavojZizek que resulta sustantiva para simplificar una caracterización de los seres humanos, “soy solo lo que soy para los demás”. Esta definición es analogable a la conciencia de mi existencia como ser humano en tanto y en cuanto existe el otro, si no fuera así el cuasi suicidio de Narciso no hubiera sido posible en función de que el mensaje de los otros para Narciso se verifica en una imagen de sí mismo que simboliza una objetivación de las relaciones sociales del momento, aun cuando para saberlo Narciso pagó con la vida.
La resolución característica de las comunicaciones implica que la cantidad de respuesta obtenida resolverá la satisfacción narcisista del emisor, que no es necesariamente la aprobación por otros del mensaje emitido sino la respuesta agresiva o benevolente, da lo mismo, pero la no respuesta significa una terrible frustración por lo que la cantidad de receptores debe ser amplia.
La herida narcisista de la no recepción y la indiferencia resulta análoga a una situación experimentada por un amigo médico en 1970 en la Casa Cuna de la Ciudad de Buenos Aires: mi amigo, que luego fuera mi cuñado, psicoanalista él, fue a buscar a la institución a quien fuera su esposa, mi hermana, en 1970. En el momento en que estaba entrando en la sala, ingresó una médica, que luego supimos que era la jefe de servicio, despotricando e insultando al administrador por haber “ahorrado” los gastos de transporte de las nodrizas, lo que hizo que no concurrieran a la institución. Por supuesto por esa decisión el administrador fue trasladado y me explicaba Ricardo, mi amigo, que los chicos si les das mamadera y no estas con ellos el tiempo suficiente como el que le proveían las nodrizas y sobre todo la voluptuosa teta materna con mas su inmunizador contenido se deprimían, se les deprimía también el sistema inmune y con cualquier patógeno se contaminaban poniendo en riesgo la vida de cada bebé no debidamente atendido.
De todo lo antes mencionado podemos deducir que la química, la biología y la psicología movilizan a los mamíferos bípedos de esta tierra para sobrevivir a partir de la contención que el otro (la madre o la nodriza) nos proveen para sobrevivir a las asechanzas de la realidad.
Del evento antes comentado, debemos colegir inexorablemente que vamos a construir sociedades y agrupamientos en los cuales no seamos castigados con la indiferencia. Esta resolución narcisista de la cantidad y la aceptación de la alta velocidad en las redes con la devolución de acrónimos y emoticones resuelve el problema para que nos incorporemos como usuarios a ser manipulados y a usar estas herramientas como un proceso adictivo que nos impide realizar muchas otras cosas.
Las otras cosas antes mencionadas no son de ninguna manera limitadas a través de alguien o algo que nos las impida hacer, sino mas bien es una autolimitación generada por los requerimientos de otras actividades que tienen que ver con estar pendientes de los mensajes que son el ardid del sistema que nos permite estar incorporados al mismo. Esto significa que somos lo que lo otro, que también es los otros, quieran que seamos.
Como diría Zygmunt Bauman “yo soy lo que otros quieren que sea”. La experiencia de Narciso descripta por Sigmund Freud implica la recepción de la naturaleza de mi persona en el otro a través del mensaje de admiración (en el caso de Narciso por la belleza, y en otros casos puede ser su contrario, la denostación). Es imprescindible, como ya dijimos, el reconocimiento. “Cerrar la opción de comunicarme con el grupo implica mi muerte”.
Es imposible que estas condiciones particulares de alta velocidad y cantidad no impliquen necesariamente la degradación del lenguaje por un problema de que tanto la modulación verbal como la simbolización escrita requieren tiempo que no existe, esta situación hace que se minimice la simbolización y se produzcan acrónimos que confunden la significación, lo que garantiza como venimos diciendo en estas líneas que no exista el espíritu crítico.
Estas imposibilidades descriptas están instrumentadas ideológicamente y por el sistema (recordar “La sociedad controlada”) neoliberal que implica la coordinación con el mainstream impuesto desde la construcción del sentido del sistema intelectual vigente. Todas las formas de comunicación se acompañan por una forma particular de reivindicar la belleza y la juventud, en los medios de comunicación, de modo tal que las personas acompañan el proceso de verbalización, que es dificultado por una sonrisa permanente, que muestra que lo importante no es lo que se dice sino cómo se lo dice. Este formato particular garantiza los aspectos relacionales de la comunicación que consagran la perversidad.
C.A.F.