Jueves 28 de mayo de 2020
El doctor Paul Krugman nos remite a una crítica que él tuvo en su momento con el presidente de la reserva federal en el 2009. Lo criticó furiosamente porque no le reconocía que el problema de la crisis fuera del efecto de las hipotecas basura había generado un problema de demanda al interior de la economía norteamericana. Esto significó adicionalmente un feroz incremento de la desocupación.
Charles Plosser, gobernador de la reserva federal de Richmond, hizo la misma reflexión que el mainstream de la época realizaba siempre: “La mano de obra norteamericana no tiene posibilidad de calificarse porque en los salarios medios bajos esta alternativa no se da”. Lo dicho por el gobernador de la reserva federal fue perfectamente discutido por la realidad de las solicitudes de trabajo que con total labilidad la mano de obra norteamericana se fue adecuando para tratar de conseguir trabajo.
En la actualidad, en la Argentina y en todo el sistema oriental y occidental tenemos una caída de la demanda con una reestructuración y depresión del consumo familiar, producto de la pandemia y el endeudamiento de las familias.
Para el FMI, Argentina caerá un 8% en el curso del presente año. El incremento de la desocupación alcanzará al 5 o 6%, confirmando un ratio del 22 o 23%. Esta situación definirá la caída de la demanda en la República Argentina.
En estas líneas venimos pronosticando una severa depresión desde el año 2017, es por eso que desde agosto pronosticamos que la media ajustada del índice de precios al consumidor (IPC) sería declinante, lo que se está confirmando en el presente, no producto de un ajuste a cantidad por parte de los empresarios, sino de la propia recesión imperante.
En abril, el consumo, para confirmar nuestras prognosis, cayó el 22,4% . La demanda agregada está deprimiéndose y las posibilidades de crecimiento están orientadas a que se produzcan incrementos del consumo luego de la pandemia. La solución futura para nuestro país es obtener del sector externo las divisas que se necesitan para crecer. El superávit de estas divisas, solo se dará controlando las importaciones, restringiéndolas a lo mínimo indispensable para la integración industrial y, propendiendo en otros casos a la sustitución de importaciones abandonada en los últimos cinco años.
Hay algo que venimos diciendo en estas líneas, y que no se está dando a partir de una errónea política monetaria y fiscal. El BCRA y su sistema de control de importaciones y liquidación de divisas es absoluta y completamente inoperante. En otros artículos hicimos una referencia a que en la época de Martínez de Hoz las exportaciones se liquidaban a 30 días, después de todos estos meses de la nueva administración esta no ha sido capaz de resolver este dislate.
Vamos a tratar en el próximo artículo el proceso de pérdida de divisas por parte de la actual conducción del BCRA.
Como porción final de este artículo tenemos que hacer una referencia a un artículo de noviembre de 2019, en el cual hicimos un especial análisis respecto del nivel de emisión monetaria y endeudamiento por parte del sistema capitalista en los últimos seis años, el que llegaba a 214% del producto bruto sumado de Europa, EEUU y Japón. Esta situación hizo que en la actualidad todos los préstamos a las corporaciones y estados sean a tasa negativa, poniendo en riesgo, según el informe del FMI del día de hoy, la estructura y solvencia del sistema financiero internacional y sus principales bancos.
C.A.F.