El zanjero se impuso ante Belgrano Athletic por 22 a 19 y se quedó con el título del torneo de Buenos Aires en la cancha del CASI.
La Catedral se tiñó de los colores del SIC y Belgrano Athletic para recibir a los finalistas del Top 12. Por un lado, el joven equipo de San Isidro que se mantuvo puntero durante todo el campeonato y que deseaba poner al club a lo más alto del rugby. Por otro, el conjunto de Virrey del Pino que mantenía su hambre de victoria y lo demostraba sábado a sábado dando pelea para estar entre los primeros cuatro.
Los zanjeros dejaron atrás a Pucará venciéndolos de manera inteligente, mientras que Belgrano superó contundentemente a Hindú Club, equipo al que se le atribuye la mística de salir victorioso de estas instancias. La final, por su parte, no dejaba dudas de que sería pareja y de gran desgaste físico.
Durante la primera etapa no lograron sacar diferencias uno respecto del otro. Hasta que los capitaneados por Francisco Ferronato supieron ganar metros hasta intentar anotar los tries para imponerse, pero la defensa del zanjero funcionaba a la perfección. Ambos sumaron con penales y fueron al descanso igualados en seis unidades.
Con más de una duda para destrabar el encuentro que por el momento no tenía un claro ganador, se dio inicio a la segunda parte del partido. Los penales continuaron siendo el principal sustento del marcador hasta el minuto 29, cuando de la mano de Gastón Arias el SIC marcó el primer try del partido para imponerse 19 a 12.
Sin bajar la intensidad, el encuentro continuó con Belgrano cada vez más cerca del ingoal del SIC. Al minuto 80 y tras defender continuamente con el tiempo que parecía no trancurrir, los de Virrey del Pino llegaron al try de la mano de Francisco Ferronato. Con el resultado 19 a 19, el alargue dijo presente.
El desgaste y la ansiedad podían jugar en contra. El primero en sumar se llevaría el campeonato. El primer paso lo dió Tomás Rosati, apertura de Belgrano, que intentó imponerse con un drop pero sin éxito. Luego, el SIC tomó posesión de la pelota y se acercó a las 22 rivales, y gracias a la puntería de la patada de Joaquín Lamas, el partido estaba sentenciado. El torneo de Buenos Aires tenía un campeón. Luego de casi ocho años, el SIC volvió a levantar la copa.