Jueves 6 de febrero de 2020
La inflación siempre está definida por los distintos consultores economistas y los estudios o los llamados “expertos”, que no sabemos quienes son. Nosotros no hacemos este tipo de observaciones para garantizar que lo que decimos, presume un compromiso teórico-ético respecto de lo que estamos diciendo. No estamos haciendo lo que los periodistas refieren permanentemente para sostener sus apreciaciones y sus evaluaciones de futuro, prognosis, refiriéndose permanentemente a otros consultores que han dicho del futuro determinado tipo de apreciaciones numéricas.
La inflación que nosotros propusimos en diciembre fue confirmada por la realidad en el presente, las consultoras están diciendo que el ratio de inflación, es decir, el IPC de febrero, va a estar en el orden de 3,2 % o en otros casos el 2,9%, que quiere decir que dicho ratio se está deprimiendo.
En toda la información que se recoge de los medios especializados solo hablan de lo que se llama una “falacia de autoridad”. ¿Qué significa esto? “Que por que lo dijo fulano que tiene cierta autoridad técnica intelectual eso es verdad”. Esto es una verdadera mentira: la incapacidad de las agencias de calificación, que facturan ingente cantidad de dólares por mes, han sido ineficientes e incapaces de verificar hacia el futuro las terribles consecuencias del 2008 en Estados Unidos.
¿Qué es lo que nosotros dijimos en diciembre de 2019? Solo dijimos que la inflación iba a decrecer en función de la recesión. De hecho, no aseveramos que el control de la inflación iba a ser ejercido por el gobierno a partir de una política inflacionaria. No lo hicimos porque es muy difícil si no se concerta con los monopolios que proveen los bienes de consumo, sobre todo los de la canasta básica, un acuerdo de precios; es imposible que estos no aprovechen la posibilidad de incrementar los mismos para definir una puja distributiva en función de su posición dominante.
Todo el sistema de precios cuidados funcionará en tanto y en cuanto ese acuerdo de precios se lleve a cabo con los monopolios existentes. Cinco compañías que proveen el 82% de los bienes de la canasta básica significan una estructura monopólica con la cual es fácil acordar, pero se tiene que estructurar un sistema de control que permita sustituir los desvíos por convencimiento y no por competitividad.
Volviendo al tema inflacionario la decisión de ajustar a cantidad, es decir, incrementar la rentabilidad de estos monopolios (oligopolios) hará que las ofertas aparezcan en el mercado siendo estas las primeras herramientas que los CEO de esas compañías, bastante limitados desde el punto de vista de las decisiones comerciales, empiecen a verificar que es más importante vender más a menor precio que mucho menos a un precio más alto.
Nosotros hemos dicho que la inflación se iba a deprimir en los próximos seis meses, dado que la recesión sigue siendo muy alta, lentamente se modificará la capacidad de compra del salario, y el tipo de cambio se movilizará a la alza con mucha precaución por parte de la política monetaria del BCRA en función de no permitir el retraso cambiario.
La recesión que todavía se manifestará en nuestra economía impedirá que los precios suban y hará que el IPC se deprima en el curso de los próximos seis o siete meses.
La política del gobierno respecto de la deuda externa hace que el sistema de medios de comunicación estructure la atención permanente de la opinión publica en función del proceso de refinanciación. Como pequeño aporte a la deducción de la política de refinanciación de la deuda externa, vamos a hacer la siguiente aseveración: se van a prorrogar los plazos a quince años de la deuda refinanciable, con cinco años de gracia para capital e intereses. El total de la deuda a refinanciar es de U$S 111500 M y con fondos privados de legislación estadounidense y U$S 44000 M del FMI. Estos números a ser refinanciados implicarán un período en el cual se incrementen los saldos exportables, la balanza comercial, y el incremento de la recaudación impositiva que permitirá disminuir el déficit primario.
Las observaciones mediáticas intermedias son parte de una realidad que no tiene que ver más que con la construcción de un sentido común.
Las aseveraciones de nuestras líneas deberán ser controladas por quienes nos leen en función de su cumplimiento, dado que trataremos de no elaborar conclusiones a partir del “diario del lunes”.
C.A.F.