En la noche del viernes 23 de abril del 2021 falleció Mario Meoni a quien conocí en Junín provincia de Buenos Aires hace más de 10 años.
Persona amable de hablar pausado, dispuesto a escuchar y dialogar, en aquel entonces tratábamos problemas zonales que afectaban al campo por las grandes lluvias.
El tiempo y las vueltas de la vida llevaron mi destino a la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, y a Mario al Ministerio; desde el día de su jura el diálogo fue el mismo, vale la anécdota: los políticos tratan con mucha gente, pero era muy fácil para El recordar mi nombre ya que uno de sus hijos también se llama Felipe.
El hombre era el mismo, dialoguista, cauto, de hablar pausado, pedir y escuchar opiniones, fundamentar siempre la suya y buscar consensos.
Varias veces nos encontramos en su despacho, otras visitando la Federación, ocupándose de los temas, desde acuerdos internacionales hasta la posibilidad de provisión de insumos, siempre en la trinchera.
El Covid19 llevó al transporte a ser esencial, y los problemas de tránsito a multiplicarse; siempre su teléfono estaba abierto al mensaje o el llamado para ayudar a resolver temas; y las reuniones pasaron a ser zoom semanales para el seguimiento de la actividad, inclusive para llamar a Ministros y funcionarios de otras áreas nacionales o provinciales articulando soluciones, siempre consensuadas.
En este tiempo se abocó a la gestión de vacunas para los choferes de transporte que viajan a países limítrofes como prioridad, y todes en general dado el crecimiento de casos y la necesidad de mantener el normal abastecimiento a cada habitante.
Un hombre joven de 56 años con incansable vocación de trabajo, familiero – siempre a mano la foto con sus hijos- , por eso la pena.
Gran pérdida desde lo humano, viví el sábado las muestras de cariño de su pueblo, donde sus vecinos de Junín salieron a despedirlo.
Un político de raza, de los de antes, que siempre podía tener un minuto para dialogar, para ocuparse de los temas, para el País se fue un gran Ministro, en tiempos donde los consensos escasean una gran pérdida para el Presidente.
Poder compartir más tiempo hubiera sido muy bueno, como decías habitualmente, aprender juntos del otro, hasta siempre Mario.
Felipe Abad