En determinada condición sociológica la libertad no resulta más que un meta vocablo, es decir, una concepción generalizada como el todo o la nada. Hasta algunos esclavos, disponían de algunos momentos de libertad o alguna condición parecida, el todo o la nada o la libertad y la no libertad son simplemente la expresión de opuestos en una sociedad en la que la construcción de la verdad es ambigua y la representación de los fenómenos deducidos por la ciencia requiere experiencias empíricas mensurables. Esta meta libertad es la conciencia que la gente tiene de su libertad malversada.
Los conceptos tradicionales de esta nominación reivindican un vigente y pródigo trabajo realizado por Kant. En la “Crítica de la razón práctica” y “La crítica de la razón pura”, Kant nos dice que la empiria resuelve el problema de la conceptualización de la verdad asociada a los fenómenos naturales. Desde esta perspectiva es imposible que la naturaleza de la conceptualización de la libertad sea considerada desde el punto de vista sociológico. Aun así, Hegel resuelve aun algunos de los problemas a partir de la estructuración de la contradicción libertad no libertad; en su fenomenología, la no libertad es una antítesis que dialécticamente no resuelve. Aun así, es interesante ver como serían los términos de esta contradicción, es acaso que en la resolución de la ontológica pregunta: ¿qué es el ser sin la nada? Que termina resuelto por la existencia que resulta absolutamente estructurable desde el punto de vista de la conciencia. Todos estos desarrollos intelectuales han permitido que la humanidad los conozca o que los use y permita que la acción de la condición social o de sus variables manifiestas impliquen algún esquema de desarrollo que genere una posición superior de la síntesis antes mencionada.
Hasta aquí hemos tratado de intelectualizar el proceso social, aun cuando con Jung supuestamente resolvimos algunos aspectos del inconsciente colectivo, o por lo menos los referimos en función de una división de cinco características o también trabajos realizados y desarrollados por sucesivos filósofos.
Resulta interesante ver que las analogías entre las ciencias físico-matemáticas y las sociales recurren a aspectos consuetudinarios de la sociedad como lo son las “ciencias ocultas”. En la historia de uno de los mayores sabios de la humanidad, Isaac Newton, su trabajo fue teóricamente poco calificable durante doce años, para la época. Es porque se dedicó a estudiar durante ese tiempo las “ciencias ocultas” retirándose a su hogar, después de haber hecho una contribución infinita a la física, a la teoría de la gravitación y al cálculo infinitesimal. Por qué hizo esto, un hombre reconocido por la academia que fundó cuyo sillón no ha sido ocupado por ningún físico desde su desaparición. Su reclusión, en el ámbito hogareño fue para salvarse de la represalia que hubiera significado, el ámbito de conocimiento mágico que estaba abordando, con el objetivo de prolijamente tratar de eliminar todos los casos posibles que pudieran proveer la respuesta de la pregunta: ¿por qué los cuerpos se atraen en función de sus masas en el espacio? El porqué de la gravitación universal, sigue sin respuesta, pero el desarrollo tecnológico y teórico que implicaron los aportes de Isaac Newton fueron tan importantes que significan la definición de la naturaleza de los procesos actuales de desarrollo de la ciencia y la tecnología.
La posibilidad de definir ontológicamente la naturaleza de la palabra libertad en principio, es imposible por lo que hemos visto, solo podemos seguramente considerar que los condicionamientos sociales definen los rangos de apropiación humana del ejercicio de la libertad y con esto nos debemos por dar absolutamente satisfechos. Esta satisfacción tiene necesariamente que ver con los niveles de apropiación del conocimiento de cada ser humano, como así también las determinantes (a favor o en contra de la cantidad de libertad disponible) sociales que este tenga como persona histórica.
Desde lo antes mencionado, podemos conocer cuales son los niveles de no libertad de que disponemos.
Desde el punto de vista fenomenológico, Hegel nos resuelve un problema y nos dice cómo es desde el punto de vista del espíritu humano la realidad de la libertad absoluta y la negatividad haciendo el próximo razonamiento:
Título 3, “El despertar de la subjetividad libre. “Así, pues, la libertad absoluta, como pura igualdad de la voluntad universal consigo misma, lleva en sí la negación y, con ello, la diferencia en general y desarrolla ésta, de nuevo, como diferencia real. Pues la pura negatividad tiene en la voluntad universal igual a sí misma el elemento de la subsistencia o la sustancia en que sus momentos se realizan (realisieren)”.
¿Cuál es la razón por la cual buscamos definiciones sobre la libertad? Seguramente para saber cuan conculcada está, en los próximos capítulos, la tecnología nos impedirá a partir de la acción de los otros humanos, en la interconectividad, pensarla como si fuera un cuantum (término para la cantidad y para la velocidad) que nos afecta de manera imperceptible, dándole a un ámbito tecnológico la acción de la naturaleza y la acción humana.
C.A.F.B.