Jueves 19 de agosto de 2021
“La inflación mayorista desacelera y quita presión a los precios minoristas”. Este es un título de uno de los diarios especializados en economía más importantes (BAE Negocios).
La tendencia de los precios mayoristas (IPIM) es desde enero decreciente. Esto indicaría naturalmente que, como hemos dicho en estas líneas, la inflación tenderá a deprimirse. ¿Por qué esto no ha sucedido en el IPC? Simple, lisa y llanamente porque cuando hay una tendencia a la baja en los precios mayoristas los empresarios minoristas y distribuidores tienden a impactar sobre los salarios con incrementos de precio, que le permiten revalorizar sus stocks. La naturaleza multicausal de la inflación muestra que pasaron seis meses de decrecimiento de precios mayoristas, pero el sector minorista decidió aumentar los precios para hacer una exacción al sector de los salarios.
El proceso que antes hemos descripto es normal si los controles no existen y en determinados sectores minoristas, y sobre todo en la porción de los salarios menores a la media, la incapacidad de dejar de comprar se incrementa porque la estructura comercial, de la canasta básica por ejemplo, es oligopólica.
¿Qué es lo que pasa con la ley de góndolas y la publicación en los productos de su contenido y precio que no entran en funcionamiento? No lo hacen simple, lisa y llanamente porque no hay control y los empresarios que como vemos, desde el punto de vista macroeconómico, son los responsables de la inflación minorista. El sistema de control estatal de precios resulta muy difícil de llevar a cabo, aunque, desde el punto de vista informático se podría relevar la porción facturada en blanco de todo el sector minorista que distribuye y vende en las grandes ciudades. Esto se podría hacer sin problemas remitiendo la información a una base de datos desde el posnet o la caja de facturación al mismo tiempo que se emite el ticket. Los productos tienen un único código de barras.
La paradoja de este análisis que estamos haciendo, el que se basa en los datos estadísticos ex post del conocimiento de las variables macroeconómicas que contradicen los argumentos neoliberales, que observan que “el incremento del dinero disponible en la economía aumenta la inflación”; no es así, es más, la reactivación del consumo que implicó que en julio se haya incrementado el 1,7% en las grandes ciudades demuestra esto.
En nuestras líneas hemos anticipado que el segundo semestre iba a ser un semestre decreciente en la tasa inflacionaria, esto lo dedujimos en función de cierta recesión habida en el primer semestre, que por supuesto condicionaría el incremento del IPC. No fue solo por ese aspecto mencionado por nosotros sino por todo lo apuntado anteriormente. La reactivación del consumo generará un crecimiento del consumo y del producto bruto del orden del 7% a fin del presente año. En el primer semestre, la demanda minorista no creció, pero sí crecieron la producción industrial que siempre oferta primero que lo que demandan los salarios.
Tenemos que decir que la situación actual con más una refinanciación a 20 años, como la hemos descripto en estas líneas, resolverá la estructura económica de crecimiento necesaria para que en el 2022 se afiance un esquema de crecimiento económico.
El gobierno tendrá que cuidar fuertemente las importaciones, habilitar una política de subsidios a la sustitución de importaciones, un incremento de la obligación del blanqueo de los puestos de trabajo.
Como hemos dicho en estos artículos, incrementando de cero a cien por ciento en cuatro o cinco años los aportes y contribuciones de toda la matriz salarial, lo que permitirá que tenga sentido el blanqueo salarial para mejorar sustantivamente la recaudación previsional que debe competir con el incremento de la esperanza de vida.
Tomadas estas previsiones que son parte de lo que estructuralmente puede realizar el gobierno debemos considerar los aspectos que determinan los incrementos del precio internacional de commodities. Estas variables, por lo menos a tres años vista, serán incrementales para la Argentina en función de los problemas de costos estructurales en la producción de commodities que tendrán países como EEUU y los de Europa.
En el próximo artículo llevaremos a cabo un análisis de la naturaleza de los costos incrementales que implica la variable ecológica en la producción de commodities.
C.A.F