La inflación es un proceso a veces predecible
Martes 9 de junio de 2020
Desde el punto de vista de la emisión monetaria, como diría Paul Krugman, no siempre esta genera inflación, sobre todo por una observación que venimos haciendo en estas líneas desde hace meses, la situación particular de los últimos cinco años que ha sido en la Argentina tener recesión y luego inflación.
Krugman habla de la trampa de liquidez y nos dice interpretando la crisis del 2008, que la respuesta de que la emisión monetaria fuera descomunal en los EEUU y que esta no produjera, aun con tasas de interés bajas, inflación induciendo en ese momento al gasto público para mejorar el empleo. Esto implica un concepto que es el de la “trampa de liquidez”.
“Cuando un país no se halla inmerso en una trampa de liquidez, entonces imprimir dinero, mucho dinero, resulta en efecto un factor inflacionario”. Así Krugman nos redefine conceptos de la teoría económica ya conocidos.
En los últimos ocho meses hemos dicho que la inflación iba a tener una tendencia a la baja, cosa que está sucediendo, pero esto es producto de la fenomenal recesión a la que nos había acostumbrado la anterior administración, y que esta, la actual, afectada por el coronavirus también nos deja con un proceso vigente que implicará, según el FMI, una depreciación del PBI argentino del orden del 7.6% para el 2020.
El deterioro salarial resulta un complemento sustantivo del proceso recesivo, porque afecta gravemente la demanda agregada. La situación antes descripta va a continuar sobre todo porque el control de cambios hace que si se deprime la inflación, como el tipo de cambio se ajusta al IPC, la perspectiva es que el tipo de cambio no modificará ni se pasará a precios dado el actual control.
Todas estas condiciones hacen que se incrementen las reservas porque los exportadores liquidarán sus saldos exportados y será más negocio invertir a tasa de interés a corto plazo que especular con el tipo de cambio.
Sobre la deuda externa tenemos que decir que no hay ninguna duda que se va a refinanciar sin demasiadas modificaciones respecto de la propuesta del gobierno, no por la habilidad negociadora del mismo, sino porque es imprescindible que se haga de esta manera para los organismos internacionales. Esto se puede verificar en función de los default que van a suceder a nivel internacional, lo que implica que vamos a ser un caso líder para las eventuales refinanciaciones producidas por el efecto “coronavirus”.
Lo que acabamos de afirmar no resulta en una anticipación producto de la adivinación. Hemos dado suficiente cantidad de argumentos y esta posibilidad se corrobora por la cotización de los ADR en Wall Street, que sumaron un 40% de incremento en la última semana.
Benoit Mandelbrot, después de realizar ingentes cantidades de trabajos en la década del 60, usando la capacidad de cálculo de los servidores de IBM de los cuales disponía de su utilización nocturna, dejó bien claro cuál era su objetivación del proceso de inversión en Wall Street. Nos dijo después de una aburrida introducción de uno de sus libros que de ninguna manera era posible elaborar una cotización futura de los sectores económicos y de las corporaciones que cotizan en el mercado norteamericano. “Nadie puede ganar a la bolsa si no es con información privilegiada”, Benoit Mandelbrot, Matemática Fractal. Por lo tanto, el incremento de los ADR argentinos en Wall Street define lo bien informados que están los operadores de bolsa.
C.A.F.