Jueves 28 de noviembre de 2019
Como hemos dicho en estos artículos, la inflación se contendrá por efecto de la recesión. La recesión está producida por: 1- el deterioro de la demanda agregada; 2- el deterioro de la capacidad de compra del salario; 3- el incremento de la tasa de desocupación.
En todos los procesos de comunicación que ha realizado el presente gobierno siempre le ha dicho al público, y sobre todo en los medios especializados, que los precios de los servicios se definían a partir del libre juego de la oferta y la demanda. Esto de ninguna manera es así porque en cualquier caso todos los servicios son precios oligopólicos o monopólicos, y es por eso que están regulados por las agencias del gobierno, como diría Adam Smith, cuando el sistema de competencia perfecta no funciona por efecto del monopolio o del monopsonio (monopolio de compra) el estado nacional debe corregir los desajustes que se producirán.
A los efectos de confirmar que el gobierno nacional tiene una forma equívoca de nombrar y hablar de los distintos procesos económicos, hoy la secretaría de energía autorizó un incremento del 5% del precio de los combustibles.
La recesión que antes mencionamos implicó de hecho una caída fuerte de la demanda agregada, y el efecto en el IPC solo se puede ver si quitamos los efectos que sobre este se producen por el incremento de las tarifas. Seguramente, el próximo gobierno, que sabe de estas cosas, desdolarizará los servicios y controlará sus incrementos de precios. Seguramente también aprovechará la recesión aludida para que se depriman los precios y sus efectos inflacionarios.
Hemos dicho también que hay pendientes de liquidación de divisas U$S 23000 M por parte de los exportadores. Es cierto que en la actualidad el sector del campo está vendiendo su cosecha a futuro, lo que hace que el ROFEX no se movilice demasiado, pero este procedimiento comercial no implica más que congelar precios e inhabilitar que esos precios sean afectados por posibles incrementos de retenciones. Este proceso no implica la liquidación de esas divisas porque las mismas corresponden a exportaciones futuras.
La política monetaria de Brasil demuestra que se puede corregir el tipo de cambio cuando este no se ajusta a los objetivos de dicha política, tanto es así que el ministro de economía (Paulo Guedes) prometió licitar hoy 1000 millones de dólares para ser comprados por el Banco Central de Brasil en función de que se verificó una caída del tipo de cambio del 0.44%, que por supuesto conspira contra las exportaciones brasileras.
El presidente de nuestro BCRA debe tener en cuenta que en la actualidad 64.5 pesos por dólar es un precio remunerativo y no debe tener ninguna timidez en intervenir en el mercado de cambios porque lo que debe mostrarles a los operadores es que el él define el tipo de cambio remunerativo para nuestra industria. El blue y el contado con liqui de ninguna manera es el tipo de cambio de referencia con el que miden su rentabilidad los exportadores. Esta es una ficción publicitaria que carece de sentido y se transporta un mercado “pigmeo” como es el blue y un mercado especulativo como es el contado con liqui que no tiene nada que ver con la remuneración que a partir del tipo de cambio oficial se proveen los pesos que costean las exportaciones.
C.A.F.