Miércoles 27 de abril de 2022
El periodismo especializado tiene determinado tipo de condicionamiento a los efectos de poder expresar concretamente las causas de determinados eventos económicos. Recordemos aquella definición compleja de la economía que para nosotros, discutida en su momento con el doctor Julio H. Olivera, que permitió muchos años después que él diera su aprobación fue la siguiente: la economía es una sociología cuantitativa.
Esa definición en cualquier caso requiere que se esgriman las causas de los efectos empíricos que se producen en la historia de los sistemas económicos. Nuestra Argentina tiene un proceso inflacionario que significa el incremento de los precios de la economía más aceleradamente que lo que se da en los países centrales. Esta significación, resuelve un problema de comprensión. Los medios de comunicación especializados nunca expresan las causas, hablan de condiciones, de estructuras y de una cantidad de adjetivaciones que no responden a las preguntas: por qué se traduce la inflación, por qué la velocidad del cambio de precios, quiénes son los responsables de estos cambios de precios.
Las razones por las cuales no se definen las causas que responden a las preguntas antes mencionadas son múltiples y las vamos a definir y describir en los próximos artículos.
Las causas de la inflación son básicamente algo que nos enseñaran en la UBA, en particular en la Facultad de Ciencias Económicas que fuera leer con detenimiento al teórico Adam Smith, que definía las estructuras de un mercado y también cómo se llegaba al punto de equilibrio entre precio y cantidad tranzada en un ámbito comercial. La manera de llegar al equilibrio era el sistema de la competencia perfecta pero lo que nos importa, en este caso, es que la estructura, para dar un ejemplo, de la oferta de bienes de la canasta básica de alimentos está circunscripta a siete corporaciones. Esto significa, por lo tanto, que las corporaciones se pondrán de acuerdo para saber cuál es el incremento de precios que entre el 10 y el 15 del mes se comenzará a cobrar los productos que en esos momentos se vendan. Este acuerdo de precios permite producir una exacción a quienes compran, dado que estos, no pueden modificar sus ingresos porque son asalariados. De esta manera, las corporaciones absorben aumentos dados y proporciones de los salarios que implican abandonar otros consumos para satisfacer los impostergables (los de la canasta básica de alimentos).
Desde el punto de vista ético, no vamos a juzgar las conductas en estas líneas. Sí lo que vamos a hacer es juzgar si en un proceso de crecimiento económico esto conduce a un incremento de la actividad y de la oferta de productos.
En uno de los diarios del día de hoy se habla de que “la inflación en alza y la falta de dólares jaquean la recuperación del consumo”. Esta frase es una tonta manera de asignarle la responsabilidad a la nada misma de la caída del consumo.
Las posibilidades de recuperación económica tienen que ver en particular en la Argentina con el incremento de la demanda. Esta demanda representa el 70% del PBI, y por lo tanto representa también el lugar donde los actores económicos deberían proponerse generar las mejores condiciones para que esta demanda se incremente. La demanda no se incrementa dado que, los oferentes entran en el juego de la puja distributiva de corto plazo incrementando los precios y adjudicándoles la culpa del incremento a los costos de la energía, por ejemplo, y los precios internacionales.
Lo antes mencionado sería verdadero si se pudiera corroborar en la estructura de costos de dichas corporaciones, pero no es posible, porque no ofrecen para la discusión dicha estructura de costos. Es fácil mirarla en los balances y nos daremos cuenta de que la puja distributiva de corto plazo genera la exacción de los salarios disminuyendo inexorablemente la demanda agregada.
¿Cómo se resuelve este problema de la conducta cortoplacista de los CEOS de las corporaciones? Solo mostrando que al fin del año la rentabilidad total de las corporaciones será menor cuando caiga dicha demanda y se produzca la recesión que inexorablemente sucederá producto del proceso inflacionario. Podemos ver que el sistema neoliberal se propuso incrementar la taza y disminuyendo la oferta de dinero pretende siempre producir una recesión como única manera de resolver el problema inflacionario.
El incremento de precios en la economía argentina los producen las empresas formadoras de dichos precios y la recesión es un corolario de la inflación que aumentó durante un período exiguo la caja de las empresas.
C.A.F.B.