Buenos Aires, Jueves 6 de junio de 2019
Caída del PBI en el 2019
El proyecto de Participación Público-Privada que en nuestros programas de 2018 objetaramos en función de la incapacidad estatal de control tuvo adjudicatarios de importancia, desde el punto de vista del tamaño empresario. Era natural que así fuere porque debían comprometerse a buscar como intermediario ofreciendo al exterior su capacidad de obra, un crédito con el aval del Estado Nacional. Desde el punto de vista legal, es absoluta y completamente irregular pero se llevaron a cabo muchas de estas preposiciones para llevar adelante obras de infraestructura.
El Gobierno encontró que la formación de fideicomisos con aval del Banco de la Nación Argentina podía ser que se facilitaran algunas líneas de crédito tanto del VICE como del BID.
Estas alternativas se frustraron en su desarrollo en función de la caída del crédito que la Argentina sufriera en el mercado privado internacional. Estas inversiones de largo plazo generaron problemas de desfinanciamiento, por importantes sumas de dinero a empresas como por ejemplo Cartellone, que reviste una situación crítica, que implicara presentarse en concurso (BAE Negocios, jueves 6 de junio de 2019).
Tenemos que revisar todos nuestros trabajos y vaticinios respecto de estas propuestas de la PPP, en función de que dijimos en su momento que era un ardid que liberalizaba los sistemas de control estatales. Aun así, debemos decir que no tenían posibilidades de antemano cuando financiar estas propuestas significaba financiar a mediado plazo los créditos para la obra pública.
Lo antes mencionado construye un cambio de evaluación de la economía argentina entre 2018 y 2019 por parte del FMI y las calificadoras de riesgo que por efecto de una crisis cambiaria en abril de 2018 se anoticiaron de los niveles de endeudamiento que tenía la República Argentina respecto de su PBI.
Todas las variables económicas con las que hemos deducido los niveles de recesión y estancamiento de la economía argentina no han sido evaluadas solamente en el 2019, sino también en el 2017 y 2018. Lo que estamos viendo, es que las apreciaciones de los economistas son psicológicas, y que están definidas por sus intenciones, sus intereses y alguna suerte de resolución narcisista que implica decir “no me equivoque a partir de una argucia semántica en el presente”.
Entonces, ¿se va a restringir y reducir en el 2019 el Producto Bruto? Sí. ¿La actividad económica caerá? Sí. Es decir, que todas estas cuestiones que se vinieron diciendo antes hicieron que desde el exterior se financiaran proyectos de largo plazo (PPP no menores de cinco años) que hicieron exponer a las empresas a una serie de riegos producto de las decisiones humanas.
Es entonces que debemos reconsiderar la naturaleza de dichas decisiones y esa seudo objetividad adornada con números que fragmentariamente se disponen para sostener una argumentación. Cómo pudo ser que empresas de tamaños importantes y prestigio hayan salido a buscar créditos a nivel internacional, con la garantía del Banco de la Nación Argentina, y después de una crisis cambiaria los asesores y los CEOs de las compañías constructoras y crediticias hayan tomado decisiones de esta implicancia que en la actualidad deben revocar y ponen en riesgo la estructura empresaria. En 2009, Paul Krugman le solicitó a Ben Bernanke que emitiera bonos para incrementar la demanda agregada dado que la tasa de interés era negativa. Este le contestó que no lo iba a hacer porque esto iba en contra del modelo económico afín al sistema financiero, por lo que podía perder su jubilación.
Esta cuestión absurda implicó que dos años después se duplicara la tasa de desocupación, pero Bernanke no tuvo problemas en su retiro.
Lo que estamos tratando de decir es que la naturaleza subjetiva de las decisiones seudotécnicas genera una impronta que puede impactar en una sociedad cuando estas decisiones están concentradas en el poder económico y político.
También debemos considerar que todo lo antes mencionado definirá para nuestro país en el 2019 una caída del PBI mayor al 4%, que junto con la del 2018 no tendrá antecedentes en la historia económica de la República Argentina.
C.A.F.