Martes 3 de septiembre de 2019
Como hemos dicho en estas líneas, el nivel de deterioro de la demanda agregada es de tal magnitud, que a fin de 2019 vamos a ver una acumulación de pérdida del producto bruto, en los últimos cuatro años del orden del 7% respecto de 2015.
La recesión antes mencionada, que se va a transformar en depresión, como ya hemos dicho, a fines del presente año generará una emergencia económica de compleja resolución.
Hacer que las exportaciones tradicionales y no tradicionales se expandan en el futuro es una tarea compleja y de largo aliento, nuestras exportaciones y las importaciones que pueden ser materia de sustitución están atacadas por barreras paraarancelarias en los países centrales y eventos de dumping que no han sido debidamente controlados en los últimos veinticinco años. Una política de generación de divisas debe tener en cuenta, no solo el tipo de cambio competitivo que hemos reivindicado en estas notas, sino también una administración del comercio exterior de acuerdo a las leyes internacionales, las que no deben ser aplicadas o no de acuerdo a la ideología dominante de la administración nacional. Poner en condiciones inequitativas en la competencia para sostener el libre cambio es generar desigualdades inadmisibles para ese libre cambio. La ley antimonopolio del siglo XIX de los Estados Unidos no es un ataque a la libertad económica, todo lo contrario. (de “La riqueza de las nacionales”, capítulo 24, tomo III, Adam Smith).
Teniendo en cuenta las situaciones que venimos pronosticando en estas notas, a los efectos de poder corregirlas hay que tener especial cuidado en sostener las definiciones políticas que hemos descripto en el párrafo anterior.
La situación actual desde el punto de vista del ajuste del tipo de cambio, está sometida en la presente semana, a los avatares de las consideraciones de psicología social influidas por los articulistas de la prensa nacional y la prensa extranjera. Como diría Benoit Mandelbrot, “las apuestas en el sistema financiero y bursátil solo tienen éxito cuando se dispone de información privilegiada”.
Estas afirmaciones ponen en contexto nuestra prognosis futura. Teniendo en cuenta los conceptos vertidos al principio del presente, la política económica deberá mantener un tipo de cambio competitivo como el presente y deberá tratar de incrementar las exportaciones haciendo una política proactiva e impidiendo el arbitraje en cambio por parte de los productores o exportadores de commodities y productos industriales.
Para afirmar la banalidad de las publicaciones internacionales en el día de la fecha, el Financial Times habló de que la Argentina era una “crónica de un default anunciado”, desde todo punto de vista esta es una afirmación abyecta aun cuando esta situación vaya a suceder, nunca esa publicación en los últimos cuatro años habló de esta manera de la Argentina, y tampoco discutió la política de endeudamiento llevada a cabo por el FMI. La crónica de la realidad exagerada del presente no es nada más que eso, si una publicación de esa envergadura no puede hacer prognosis no sirve para absolutamente nada.
César Augusto Fernandez