Pese a que la semana anterior Conmebol había ratificado a Santiago de Chile como la sede de la final única de la Copa Libertadores, esta semana hubo una reunión entre Alejandro Domínguez, presidente de la máxima entidad futbolística en Sudamérica y los presidentes de River y Flamengo, equipos que disputarán este encuentro, para reconsiderar el lugar donde se llevará a cabo este partido debido a la conflictiva situación social que está atravesando Chile y optaron por mudarla a Lima, Perú.
“Nuevas circunstancias de fuerza mayor y orden público, analizadas y evaluadas con prudencia, considerando la seguridad de los jugadores, del público y de las delegaciones, motivaron la decisión de llevar la final de la Copa Libertadores a Lima”, anunció la Conmebol en sus redes sociales.
Finalmente la primera final que se jugará a partido único en la historia de esta competición será en el Estadio Monumental de Lima el próximo 23 de noviembre. River llega como vigente campeón y querrá defender la corona mientras que Flamengo atraviesa un gran momento desde lo futbolístico y querrá lograr su segunda consagración, la única que ganó fue en 1981.