Conductas inflacionarias
Martes 17 de noviembre de 2020
Desde el punto de vista de la estructuración de la economía argentina, se puede decir que un porcentaje muy importante del producto bruto interno, aproximadamente el 70%, se constituye por la demanda interna.
La característica antes mencionada hace que la respuesta inflacionaria al movimiento de determinadas variables se produzca con fuerte velocidad, generando que algunas variables de la economía (el salario, por ejemplo) no puedan ajustar a tiempo respecto del movimiento de los productos.
En la República Argentina en los últimos años y en particular producto de la pandemia se ha producido algo que los economistas a nivel internacional verifican en todos los países; que es la recomposición de la demanda de consumo en las familias.
Hemos dicho en estos artículos que el 47% de incremento de los depósitos a plazo fijo implica que aquellos que tienen capacidad de ahorro no están comprando bienes de uso durable como reserva de valor, lo que garantiza un nivel de recesión importante en todos los sectores.
Por supuesto, si el sistema financiero y las características de las tasas de interés fueran razonables tendríamos fondos en el sistema para poder prestar. Esto no está sucediendo y el sistema financiero está tratando de generar sobregiros y créditos personales para que el costo de los depósitos no implique un demérito en su tasa de rentabilidad.
El último incremento del ingreso mínimo para no llegar a un estado de pobreza fue del 5,6%, es decir que una familia tipo deberá ganar un poco más de $ 49.900 mensuales para no ser pobre. Es dable mencionar que el impacto de la canasta básica en el salario antes mencionado es muy importante y esta se ha incrementado un 6,2% en la última medición del INDEC en octubre del presente año.
Hay algunos consumos que son muy importantes de mencionar, como por ejemplo en agosto de 2020 se consumieron servicios públicos por el 16,8% menos respecto del mismo mes del año anterior, lo que implicó aun así que el INDEC informara un incremento respecto del mes de julio del 0,3%. Discriminando los distintos servicios, la electricidad tuvo una baja del orden del 4,6%, el agua consumida del orden de 6,4% y el 3,2% en el mismo período se demeritó el consumo de gas.
Verificando algunos artículos especializados, en especial el del 11/11/2020 de Página 12 se muestra una caída en el transporte de carga del 11,3% y en la recolección de residuos respecto del año anterior.
Fuera de las consideraciones de la caída de los peajes que tienen que ver exclusivamente con la pandemia hubo una caída del 1,8% en el correo postal producto de una sustitución de los servicios en función de e-commerce. Aquí es dable mencionar que el correo que transporta gran parte de los paquetes del e-commerce será una empresa dedicada a ese servicio, lo que implica que con una tasa menor absorberá el servicio que hoy le es tercerizado.
Los números antes mencionados solo representan la desestructuración del sistema de consumo que, aun con estos ratios, está en recesión y con una leve tendencia a la baja en la serie de 2018-2019 y lo que va de 2020, cosa que se mostró en el gráfico complementario del artículo de la semana anterior.
La recesión garantiza el no desmadre a una hiperinflación como venimos diciendo hace dos años y medio en estas líneas, pero el gobierno si no cuida los incrementos de precios de los sectores más concentrados y no resuelve el problema de las exportaciones y del costo de los servicios vamos a tener que el ratio inflacionario no va a responder a la curva que se proyectó en el artículo anterior.
La política de precios debe estar organizada respecto de un esquema de sustitución de importaciones e incrementos sustantivos en las liquidaciones pendientes de divisas para disminuir el riesgo de la brecha cambiaria que impulsa por el efecto de la puja de intereses que desde hace 50 años nos tienen acostumbrados los actores de la economía argentina. A esta altura, quiero hacer una pequeña observación semántica: la economía no es un ser vivo que se altera y la naturaleza lo afecta (salvo en las sequías), la economía está intervenida por distintos sectores y decisiones humanas, tanto del sector empresario, del sector político como también de la conducta de los consumidores.
C.A.F.