CEPO: Otra DIficultad Para Las PYMES
Todo control de cambios genera dificultades, aun cuando fuera imprescindible apelar a ello. El cepo es, según las actuales autoridades y algún anticipo que adelantaron las próximas, una medida imprescindible para evitar lo máximo posible seguir disminuyendo las reservas del BCRA.
Esta columna no se ocupara de analizar esa necesidad ya que no es materia de su incumbencia. Pero eso si, puede valer la pena analizar una de las consecuencias que afectan a las PYMES, particularmente a las del sector de la producción.
Este tipo de empresas se vale -en mayor o menor medida- de insumos que importan directamente, particularmente aquellos que no son fabricados en Argentina.
En este caso en particular es donde mayores inconvenientes se generan. Vale la pena hacer el intento de analizar cual es el grado de perjuicio que les causa esta situación.
Una de las características de esas importaciones es lo esporádico de las mismas en virtud de la necesidad de volúmenes que abastecen varios meses de consumo.
El cepo impone que el pago solamente podrá hacerse cuando la mercadería esta en condiciones de ser despachadas a plaza, por lo tanto no se permite el prepago de las mismas ni total ni parcialmente. Por otra parte deberá tenerse en cuenta que la compra que se conviene con el proveedor demorara entre esta fecha y la de su disposición un plazo aproximado que puede variar entre quince y sesenta días en promedio.
Mientras tanto, la industria que requiere el insumo importado ira utilizando su stock hasta su reposición. Que ocurre entonces: en los costos en el mejor de los casos podrá ir actualizándose el valor siguiendo la paridad cambiaria al tipo de cambio oficial. Y también, en el mejor de los casos, puede suponerse que la venta se cobra en forma inmediata, pero en pesos. Que se hace con los pesos entonces en épocas normales: se “calza” la operación comprando dólares para afrontar el futuro pago, independiente de la cotización de cada momento de su disponibilidad. Pero ahí el grave perjuicio: el cepo no permite la compra de dólares.
Resumiendo: la empresa “vende” dólares para obtener pesos que no sabe su equivalencia al momento del futuro pago de la importación para recuperar su stock. La única opción aparente para no descapitalizarse seria entonces optar por la compra de divisas al momento de la disponibilidad de los pesos utilizando el sistema que se ha dado en llamar “contado con liquidación”.
Esta operación, mas o menos simple para empresas de cierta envergadura, no es sencilla para la mayoría de las PYMES.
Aun considerando como posible esta salida, el sistema obliga a aumentar los precios en la proporcionalidad del sobrecosto que tiene ese subterfugio financiero. Y ahí una nueva dificultad: aumentar los precios en dólares, operación generalmente no acepada por la mayoría de los clientes a los que se abastece.
Una nueva encerrona para un sector productivo que según la mayoría de los que buscan salida a través de las PYMES para aumentar el empleo y la inversión, la tornan de difícil concreción.
Aun soslayando todos estos inconvenientes, muy difícil por cierto, no se contempla entonces que el sistema también influye en la inflación al aumentar forzosamente los precios. Se realimenta entonces el mayor de los males de la economía Argentina. Tal vez una posibilidad de permitir el acopio de divisas, que se dispondrían únicamente para futuras importaciones, sea una opción temporal que aporten a solucionar al menos uno de los escollos que se le presenta a la economía de un sector tan desprotegido.
Osvaldo E. Dapuetto