Reemplazar la batería de un auto puede parecer algo simple que no reviste complejidad alguna. Sin embargo, un error en la elección del equipo o en su manipulación puede aparejar un dolor de cabeza.
Mientras para muchos de los automovilistas es un misterio lo que hay debajo del capó de su auto, para otros más afectos a las manualidades todo parece estar bajo su control y se animan al “hágalo ud. mismo”. Sin llegar a los extremos, en el medio hay un amplio espectro sobre el que vale la pena indagar.
El mantenimiento y/o reemplazo de la batería de un vehículo es una tarea que a priori no implica tener grandes conocimientos ni precisar herramientas específicas. Sin embargo, un error puede aparejar un dolor de cabeza impensado.
¿Cuáles son los errores frecuentes que cometemos al reemplazar la batería?
Uno de los más frecuentes es el de ocasionar un cortocircuito producto del contacto de las herramientas utilizadas con el vehículo al momento de desajustar los terminales (o bornes). Y esto ocurre por no ajustar los terminales en el orden correcto. Lamentablemente este tipo de errores puede producir que se quemen fusibles o inclusive generar fallas en la computadora del vehículo.
Otro error muy frecuente es el de no ajustar correctamente el soporte de fijación de la batería ocasionando que la misma sufra las vibraciones del andar del vehículo; esto genera que el material activo dentro de la misma se desprenda más rápidamente produciendo que la batería tenga una menor vida útil.
También es frecuente ver que se reseteen las memorias del equipo de audio y/o la alarma por no mantener alimentado el circuito eléctrico al momento de retirar la batería vieja.
En cuanto a la manipulación de los equipos hay que evitar el contacto con el ácido, algo que puede ocasionar quemaduras tanto en las zonas expuestas, como la piel y los ojos.
¿Y si la compro en el supermercado?
La venta de baterías en tiendas de retail es una invitación al cambio casero de la misma pero no siempre se termina comprando la correcta, como por ejemplo, al adquirir una batería de menor amperaje del requerido. Si bien la mayoría de las baterías externamente son similares en cuanto al tamaño del cajón lo que verdaderamente importa es la cantidad de placas que posee en su interior.
Otro punto a considerar es comprar una batería nueva en lugares que tengan alta rotación de stock, ya que una que haya pasado mucho tiempo almacenada puede tener una vida útil menor a lo estipulado.
“Acercarse a un centro especializado garantiza un análisis preciso del sistema eléctrico del vehículo con el instrumental correspondiente”, afirma Luz Valbuena, responsable de marketing de Acubat.
“En nuestro caso, también realizamos controles de pérdida de corriente, algo que es muy importante ya que sino la batería se descargará cuando el vehículo quede algunos días sin ser utilizado. También constatamos que no haya sulfato ni en los terminales ni en el habitáculo de la batería, algo que es altamente corrosivo”, agrega.
Por último, y no menos importante, cabe resaltar que comprar e instalar una batería en un centro especializado permite firmar la garantía y no perderla por mala manipulación, además de que permite saber adónde recurrir en caso de algún desperfecto durante ese período.