Algunas consideraciones sobre la economía después de la pandemia
Lunes 11 de mayo de 2020
Desde hace bastante tiempo, el doctor Paul Krugman habló de la inminente generación de una crisis a nivel internacional del sistema capitalista solo en función de todo lo que estudió respecto de la crisis de 2009. Habría una cuestión muy importante que significaba el crecimiento económico del sistema. En función de haber estudiado el crecimiento del sistema capitalista en los últimos 40 años desde el punto de vista de su determinación per cápita, es decir, el crecimiento per cápita del sistema capitalista de los últimos 40 años que había sido absolutamente decreciente, por supuesto en el 2009 se expresó una crisis que desde 1929 no se había producido.
Esta situación hace que el efecto de la pandemia actual ponga de manifiesto todas las debilidades del actual sistema. ¿Por qué usamos esta particular medición desde un país como el nuestro y para qué nos sirve? Nos sirve simplemente porque en algunos aspectos nosotros tenemos una precariedad parecida y en otros para lo que es la post-pandemia nos generará algunas ventajas posibles. En EEUU, la precarización laboral que estuvimos describiendo en estas líneas ha sido dramática y expresará a mediados de junio un 22,5% de desocupación de acuerdo a la información de la secretaría de trabajo de ese país. Nuestra desocupación no será menor, será del orden del 20% aun cuando ya veníamos en diciembre de una desocupación del orden del 18%. Este proceso de desocupación ha generado una caída de la demanda efectiva de todo el sistema que no se había visto desde 1929, esto generará un problema de recesión gravísimo. Nuestro país lo único que vende son en principio materias primas y bienes primarios, que se ajustarán con el correr del tiempo desde el punto de vista del precio en función de que la demanda global va a caer en el orden del 17 al 20%, afectada por la caída de los productos manufacturados.
Lo antes descripto implica que muchos países, como por ejemplo Corea del Sur y todos aquellos que están extremadamente vinculados con el sector externo en lo que hace a servicios y manufacturas, con la caída de la demanda verán retroceder su producto bruto de manera extraordinaria.
La hipótesis de Krugman lamentablemente será convertida en realidad en función de una falla estructural del sistema que será puesta en evidencia por la caída de la demanda global.
Los rendimientos al capital privado que podríamos llamar r serán significativamente más importantes hasta junio respecto del crecimiento del ingreso y la producción que será g.
Lo que previó Thomas Piketty, que r fuera sensiblemente mayor a g, en este caso y en el futuro será diverso y será sustituido por una gran cantidad de medios de pago, deudas e ingente cantidad de emisión monetaria en los países centrales.
Estos conceptos así vertidos parecen no tener nada que ver con la Argentina, sin embargo, la posibilidad de refinanciar la deuda generará la posibilidad del crecimiento si se controlan y sustituyen las importaciones como así también si se espera la posibilidad de agregar valor a las exportaciones tradicionales.
Estas apreciaciones no son casuales, serán más descriptas en los próximos artículos, pero tenemos que considerar que la revaluación de una cantidad muy importante de servicios y la consecuente revaluación de la mano de obra que estos servicios implican será reconsiderada en el futuro en el sistema no como fue hecha en el 2019.
Estamos frente a una situación de transfiguración de las variables económicas, algunos precios relativos se movilizarán, es decir, vamos a tener diversas posiciones en determinados tipos de productos, materias primeras y servicios, como así también en la remuneración a la mano de obra que estos impliquen.
Esta posibilidad verificará una redistribución del ingreso y la posibilidad de que el sistema financiero genere créditos minoristas que permitan sostener la consecuente distribución del ingreso, aun cuando en la actualidad en la Argentina el sistema financiero no ha sido concurrente en este sentido. Las actitudes de las grandes corporaciones y del sistema financiero solo se cambiarán cuando estos piensen que no pueden hacer otro tipo de negocios que no sean al interior de la propuesta del proyecto económico que se de en la Argentina.
No tengo claro que sea en este gobierno o en el próximo, pero no habrá alternativa a una modificación en la cultura monopólica que todos los actores de la economía tienen cada vez que pueden. La inflación en nuestro país se deprimirá por el efecto más grotesco y nocivo, que es la gravísima recesión a la cual estamos sometidos. Los actores monopólicos, u oligopólicos, serán sancionados por incumplir la ley.
C.A.F.